jueves, 9 de abril de 2020

La mirada de Ulises (1995) - Theos Angelopoulos

Zarajevo, 1994. Un anciano interpretado por el gran Erland Josephson, oculto en el sótano de las ruinas de lo que ha sido un cine, con su colección de películas, recita en la noche, mientras suenan lejanos los bombardeos, recita en alemán un poema de Rilke, que dice...

Ich lebe mein Leben in wachsenden Ringen,
die sich über die Dinge ziehn.
Ich werde den letzten vielleicht nicht vollbringen,
aber versuchen will ich ihn.

Vivo mi vida en círculos crecientes
que se tienden sobre las cosas.
El último quizás no logre,
pero lo quiero intentar.

Entre tanta muerte, tanto sufrimiento, tanta desesperación, acaso la escena más luminosa de La mirada de Ulises. Y quizá la única escena que deja traslucir cierta comicidad, cierto sentido obtuso en términos barthesianos. En medio del más que obvio dramatismo de la odisea del personaje principal, arribado al epicentro del conflicto bélico, el fotograma de la escena deja ver que, mientras el viejo del cinematógrafo introduce como propias las musicales palabras del poema de Rilke, desde el borde derecho Humphrey Bogart arroja una mirada que torna un poco absurdo el lirismo de la escena,como si desde otra película, otra mirada, otra historia, otra guerra, la lengua del poeta alemán cobrara otra significación no tan luminosa, casi amenazante.