El abrazo de la serpiente es la historia del encuentro entre dos agonías: la de un hombre originario que resiste al exterminio y a la voracidad del blanco, la de un hombre de ciencia que agoniza por su propia avidez de conocer. El hombre originario perece por el olvido. El hombre blanco por el amor al saber que su cultura ha convertido en pura rapacidad. La naturaleza en toda su desmesura, opaca para quienes han perdido la capacidad de soñar y la ven como fuerza, materia, volumen; esa naturaleza es testigo de la tragedia de esos seres. Me recuerda las palabras de El loco en La gaya ciencia, cuando a propósito de la muerte de Dios dice: "¿Cómo hemos podido hacerlo? ¿Cómo hemos podido bebernos el mar? ¿Quién nos prestó la esponja para borrar el horizonte? ¿Qué hicimos cuando desencadenamos la tierra de su sol? ¿Hacia dónde caminará ahora? ¿Hacia dónde iremos nosotros?". La misma pregunta se hace el espectador hacia el final de la película: ¿A dónde habrá ido Karamakate? Acaso a algún lugar en donde recuperar la capacidad de soñar...
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